Hacia el corazón de África


Seguramente has oído hablar de civilizaciones antiguas del continente americano como la maya, la azteca o la incaica, del continente europeo como la griega o la romana. También conocerás la civilización faraónica. ¿Pero has pensado alguna vez si hubo alguna civilización antigua de alto nivel cultural
en el interior de África? ¿Hubo castillos medievales o grandes catedrales en África como las que encontramos en Europa? ¿O piensas que África fue siempre un sencillo mosaico de desiertos y selvas habitados por tribus ancestrales? Te proponemos un recorrido educativo a lo largo del río Nilo hacia el corazón de África para descubrir nuevas culturas.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Las pirámides de Méroe y Nuri

Todos hemos visto alguna vez las pirámides de Egipto. Quizás hayáis visto también las pirámides mayas. Pero seguramente no sabíais que existen más pirámides en Sudán que en Egipto.
A partir del reinado de Ergamenes, en el 270 a.C., los reyes de Méroe comenzaron a construir pirámides. A diferencia de las egipcias, podían ser enterrados en ellas nobles con alto poder adquisitivo y, junto a ellos, sus sirvientes. Además, los cuerpos, en lugar de ser momificados antes de su enterramiento, eran incinerados. 
Pirámides de Méroe
Las dimensiones de las pirámides de Méroe son más reducidas que las egipcias y constan de tres partes: la primera es la propia pirámide, construida primero con piedras y más tarde con ladrillos cocidos; otra parte es el templo funerario, a la entrada de la pirámide, que era decorado con relieves; por último, la cámara funeraria, que se encontraba bajo la pirámide.
Las pirámides de Méroe fueron redescubiertas de manera casual para Occidente en el año 1822 por el naturalista francés Frédéric Cailliaud durante un viaje en busca de las fuentes del Nilo. Ocho años después, un “cazatesoros” italiano, Giuseppe Ferlini, “descabezó” decenas de pirámides buscando oro y joyas. Sin embargo, no tuvo mucho éxito, y sólo encontró un ajuar en la pirámide de la reina Amanishakheto.
Templete en Naqa
Pero no sólo encontramos pirámides en Méroe. Si nos desplazamos unos 20 km hacia el norte y cruzamos el Nilo para pasar a la orilla occidental, encontramos la necrópolis real de Nuri. Allí yace un héroe nacional sudanés, Taharqa, hijo del rey de Napata, antigua capital de Kush antes de Méroe. La historia de Taharqa, que gobernó Egipto entre el 690 y el 664 aC, es conocida por todos los niños sudaneses. Este “faraón negro” que detuvo el ataque de las tropas asirias contra Jerusalén, fue enterrado en una tumba de 60 metros de altura, la más alta de Nubia. Sus sucesores también se enterrarían allí. En el cementerio hay 82 tumbas de las cuales 74 son pirámides; de éstas más de veinte son de reyes y unas 50 de reinas. Es significativo el hecho de que el cementerio real estuviese en la orilla occidental, como sucede con todas las pirámides egipcias. Y es que se creía que enterrando los cuerpos al oeste del río de la vida sucedería como con el sol, que también muere por aquel lado, pero luego resurge de nuevo desde oriente cada mañana. Pero cuando la capital se trasladó a Meroe, dejó de usarse la necrópolis de Nuri y los reyes pasaron a enterrarse en la orilla oriental del Nilo, lo que refleja la ruptura entre la cultura meroítica y la faraónica.

Podcast del texto

Para saber más:

-          Busca otros países del mundo donde se han encontrado pirámides y explica el significado que éstas tenían en su respectiva cultura.

-      Lee el siguiente artículo: Pirámides sin cabeza

-          Busca en qué años reinó Amanishakheto y qué tesoro encontró Ferlini.

-          ¿Qué versos de la Biblia atestiguan la campaña militar de Taharqa contra los asirios?

-          Resume en un cómic de dos páginas la vida de Taharqa.


Sigue los pasos del naturalista Frédéric Caillaud en su viaje de 1820 por el Norte de Sudán:



Bibliografía

Dows Dunham. The Royal Cemeteries of Kush II, Nuri, Boston (Mass.): Museum of Fine Arts, 1955.

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