Hacia el corazón de África


Seguramente has oído hablar de civilizaciones antiguas del continente americano como la maya, la azteca o la incaica, del continente europeo como la griega o la romana. También conocerás la civilización faraónica. ¿Pero has pensado alguna vez si hubo alguna civilización antigua de alto nivel cultural
en el interior de África? ¿Hubo castillos medievales o grandes catedrales en África como las que encontramos en Europa? ¿O piensas que África fue siempre un sencillo mosaico de desiertos y selvas habitados por tribus ancestrales? Te proponemos un recorrido educativo a lo largo del río Nilo hacia el corazón de África para descubrir nuevas culturas.

martes, 27 de diciembre de 2011

La africanidad de Méroe y la originalidad de las iglesias nubias


Imagen del dios Apedemak
presente en Naqa
La estepa africana ejerció una poderosa influencia sobre Méroe, que se expresó muy especialmente en su culto al león y al elefante. La presencia constante de estos animales en la iconografía meroítica (junto a motivos propios de la tradición egipcia, como la serpiente) no deja lugar a dudas. Un ejemplo perfecto de la profusión de estas imágenes, se encuentra en los muros de los templos de Musawarat es-Sofra, donde se multiplican estas representaciones.

El sustrato africano de la cultura meroítica se manifiesta en la vida cotidiana, el arte, la escritura, los reyes y sus insignias de poder y en los cultos, donde coexisten Amón, divinidad egipcia, el rey león Apedemak, que es una divinidad puramente local, y el dios griego Dioniso. Otra caracterísitca propia es el papel relevante de las reinas, llamadas “candaces”.
Los historiadores atestiguan que estas “candaces” llevaban la administración civil, dirigían ejércitos, el comercio y las relaciones diplomáticas. A veces se cita a la “candace” como la reina madre, con poder suficiente como para tener la última palabra en el nombramiento del heredero al trono. Y es que muchas sociedades africanas han sido matrilineales.

Otro ejemplo de la originalidad de esta cultura lo encontramos bajo las pirámides de Méroe: en la cámara funeraria, el cuerpo del difunto se orientaba hacia el oeste, según la tradición egipcia, pero se retorcía sobre el costado como establecía la tradición local.
Damos un salto en el tiempo hasta el período medieval y encontramos que la mujer seguía teniendo un rol relevante en la sucesión del rey, pues el heredero solía ser el primogénito de la hermana del rey.
En este período, como ya hemos dicho, el cristianismo entra a formar parte de la cultura nubia. La arquitectura de monasterios e iglesias nubias estuvo muy influida por las tendencias que se iban sucediendo en la vecina iglesia copta. Sin embargo, los edificios nubios también desarrollaron una serie de características propias que manifiestan la creatividad local. Por ejemplo, los arquitectos nubios dividían el extremo occidental de las primeras basílicas en tres partes. La parte central estaba conectada con la nave del templo mientras que las otras dos formaban dos cámaras, en una de las cuáles se encontraba la escalera para subir al tejado. Otra particularidad de las iglesias nubias era la existencia de un estrecho pasillo detrás del ábside, lo que permitía la comunicación entre las dos cámaras laterales del santuario sin interrumpir el servicio litúrgico. No se ha encontrado algo similar en las iglesias egipcias.

Para saber más: 
-        Busca más información sobre el papel de las “candaces” en la corte de Méroe y cita el nombre de tres de ellas.
-       ¿Qué es el ábside de una iglesia?
-   ¿Qué es una sociedad matrilineal? ¿Por qué ciertas sociedades han sido  matrilineales?            
      Cita algunos ejemplos.

Bibliografia:
Fernández Martínez, Víctor Manuel,  La cultura alto-meroítica del norte de Nubia (Se trata de una tesis doctoral sobre la evolución de la cultura material y el ritual funerario en el norte de Nubia del siglo III al I a.C. a partir de las excavaciones realizadas en la necrópolis de Amir Abdallah por un equipo de la Universidad Complutense de Madrid.)

jueves, 22 de diciembre de 2011

La entrada del cristianismo en la Nubia medieval

Esposa del Eparca de Nobadia
bajo la protección de María
El cristianismo de los primeros siglos no sólo se extendió a lo largo del imperio romano, también llegó hasta Nubia donde dejó una huella profunda. Se han encontrado textos del año 450 d.C. en Ibrim en los que algunos miembros de la corte de Nobadia llevan nombres cristianos. Cien años más tarde, en el 545 una expedición enviada por Teodora, esposa de origen egipcio del emperador bizantino, y encabezada por Julián, un sacerdote copto monofisita, llega a Faras, la capital de Nobadia. Su rey abrazó la religión cristiana tras escuchar la exposición de Julián. Pero no sólo eso, entusiasmado con ella, recomendará a su amigo el rey de Alodia que también escuche a Julián y se convierta al cristianismo. Esto sucederá en el 569, por medio de otro misionero copto, Longinos.
Por su parte, el emperador bizantino Justiniano mandó otra expedición que llegaría hasta la capital de Makuria, el reino central de los tres que ocupaban la región Nubia. Su rey, enfrentado entonces con sus vecinos, Nobadia y Alodia, abrazaría la fe cristiana melkita entre el 550 y el 567. Y como la religión de los reyes pasaba a ser la religión del pueblo, los nubios se convirtieron en masa al cristianismo. Pero no sólo las personas se convertían, también los antiguos templos meroíticos fueron transformados en capillas e iglesias.

El historiador medieval Abu Salih al-Armani cuenta que en Soba, la capital de Alodia, “hay cuatrocientas iglesias. Sus habitantes son cristianos jacobitas. A su alrededor hay monasterios, algunos fueron construidos lejos del río [el Nilo] y otros junto a la orilla. En la ciudad hay una iglesia muy ancha y espaciosa, muy hábilmente proyectada y construida, mayor que todas las iglesias del país [Nubia]”.

Entre los años 1960 y 1964 la expedición del Centro Polaco de Arqueología Mediterránea de la Universidad de Varsovia desenterró de las arenas del desierto magníficas iglesias, catedrales y monasterios en la zona de la antigua capital de Nobadia, Faras. La catedral conservaba preciosos frescos del siglo XI sobre sus paredes que expresan la cultura y la religiosidad de los cristianos nubios. Hoy se encuentran en los Museos Nacionales de Jartum y Varsovia.

Entre 1965 y 1968, el trabajo de los arqueólogos polacos se centró en la antigua capital del reino de Makuria, Dóngola, donde también encontraron extraordinarias manifestaciones del alto nivel cultural que alcanzó el pueblo nubio. En ellas se funden las influencias culturales bizantinas con las coptas y las africanas. Las excavaciones han continuado y ya han sacado a la luz más de 160 iglesias en Nobadia y Makuria, la mayoría con planta basilical o cruciforme. En su construcción se empleó generalmente ladrillo de adobe. Sus cubiertas de madera eran de bóveda de cañón y, desde la segunda mitad del siglo X, se introdujo la cúpula sostenida por pilares de ladrillo.

La decoración pictórica siguió modelos bizantinos, que tienden a representar personajes dentro de un naturalismo realista; pero desde el siglo X se idealizan los rostros y se esquematizan las figuras. Los artistas muestran una habilidad especial para interpretar la realidad, y una policromía brillante con una ornamentación detallada; las escenas superan la simple composición lineal. Aunque en estas manifestaciones subyace la presencia bizantina se conserva la personalidad africana y el concepto copto del arte como catequesis, resultando de estos elementos una estética propia, que combina la asimilación de una técnica con la transmisión de un mensaje.  
Natividad de la Catedral de Faras (s. XI).
Se encuentra expuesta en el Museo Nacional de Jartum.
Uno de los frescos más bellos es el que representa el nacimiento del niño Jesús. Junto a él aparecen en la imagen su padre José, los tres arcángeles y la Virgen María, ésta en grandes proporciones, pues así se subrayaba su papel central en la escena. Todos ellos son representados con piel blanca. En cambio, los dos pastores, llamados Arnias y Lekotes, son negros y van vestidos con el traje de los pastores nubios. Encontramos también a los tres reyes magos a caballo, cada uno con su nombre y rostro de tez morena. El tercero se llama Taddasia, que según la tradición era africano y es conocido como Baltasar entre nosotros. Tampoco faltan el buey, la mula y los ángeles.
Reina nubia bajo la protección
de la Virgen María
Es interesante ver la gran cantidad de personajes relevantes nubios que eran representados junto a un ser considerado santo que los protege (ángeles, la Virgen María…). La piel de los primeros es negra mientras que la de los segundos es blanca. Se han encontrado además textos litúrgicos y fragmentos de la Biblia en nubio, lo que nos habla del esfuerzo por inculturar el evangelio en el espíritu nubio. Otros textos aparecen en griego y copto. 

Por tanto, también existieron grandes catedrales, iglesias, monasterios y castillos medievales en el interior de África. Sus restos atestiguan la riqueza cultural de unos reinos que soportaron durante siglos la presión de los imperios islámicos que extendían su poder de oriente a occidente.

 

Para saber más:
-          ¿Quién fue el historiador que narró la conversión de los reyes nubios al cristianismo?
-          ¿En qué año y por qué se separaron la iglesia bizantina (melkita-católica) y la iglesia egipcia (copta monofisita)?
-          ¿Por qué decayó el cristianismo en Nubia hasta desaparecer casi completamente?


Bibliografía: 

Cortés López, J.L., La Historia de África en sus hechos, textos y lugares, Mundo Negro, Madrid 2007.
Vantini, Giovanni, Rediscovering Christian Nubia, Nigrizia, Khartoum 2009.
Martín Almagro Basch, Los nuevos e inesperados hallazgos sobre el cristianismo de Nubia (Publicaciones de la Revista de Enseñanza Media, n.º 286), Madrid, 1962.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Los reinos medievales nubios.

Hacia mediados del siglo III d.C., Méroe comenzó a ser invadida por tribus llegadas del suroeste, probablemente de la zona de los Montes Nuba, en la actual frontera entre Sudán y la República de Sudán del Sur. Kharamadoye es probablemente el último rey de origen meroítico. Más al norte se alza con el poder el rey Silko de la tribu de los nobates. Éste echó del valle del Nilo a la tribu de los blemios y reinó entre el 536 y el 555 d.C. sobre el territorio que iba desde la primera a la tercera catarata. La región pasó a llamarse Nobatia o Nobadia, y era el reino septentrional de los tres que ocupaban la región nubia. Su capital era conocida como Pajoras en los textos griegos y como Faras en los manuscritos árabes posteriores.
Al sur de Nobatia se formó el reino de Makuria, cuya capital era Dóngola. El tercer reino, el más meridional, se llamaba Áloa o Alodia, y su capital era Soba. Aún hoy se pueden ver los restos de su esplendor en la periferia de la actual capital de Sudán, Jartum.
Restos de la antigua ciudad de Dóngola
Entre el 630 y el 641 se unificaron los reinos de Nobatia y Makuria. Dóngola, se convirtió en la nueva capital de los dos reinos por estar más al sur y, por lo tanto, menos expuesta a las incursiones árabes. De hecho, en el 641 el ejército árabe, que ya había conquistado Egipto, intentó la invasión de los reinos nubios y avanzó hasta Dóngola, pero fue repelido. Los historiadores árabes relatan la terrible batalla y hablan de la pericia de los arqueros nubios a los que llamaron “los lanzadores de la pupila”, pues, según decían, eran capaces de arrancar los ojos de sus adversarios con sus flechas. Lo mismo sucedió con la segunda gran expedición militar del 652. Finalmente, ambos gobiernos firmaron un tratado de paz, el baqt, según el cuál se intercambiaban diferentes productos.

El Islam había conquistado medio mundo. Por el oeste llegaron hasta España, atravesando todo el norte de África. Por el este se extendieron hasta la India. Pero aquel reino africano no sólo resistió sus embates. En el siglo VIII, cuando el emir egipcio encarceló al patriarca copto de Alejandría, Ciriaco, rey de Dóngola y devoto cristiano, marchó con su ejército hacia Fustat, la capital egipcia en aquel tiempo, para liberar al patriarca. Aquella expedición causó gran impresión en la época y Nubia pasó a ser conocida como un gran reino cristiano en el corazón del África Negra. Era la primera vez que un ejército africano atravesaba Egipto desde que el “Faraón Negro” Piankhi conquistara Egipto en el 730 a.C.

Iglesia-mausoleo de Banganarti
Otro evento que llamó la atención de los cronistas de la época fue el viaje a Bagdad del príncipe nubio Jorge I (Qurqi en lengua nubia). Se trataba de un viaje de miles de kilómetros desde lo que hoy es Sudán hasta la capital del califato abasí. Aquel valiente príncipe africano consiguió la condonación de las deudas que Nubia tenía con el califato según lo acordado en el baqt.  

El periodo entre el 750 y el 1150 fue próspero para los dos reinos nubios, Makuria y Áloa, tanto material como culturalmente hablando, y por eso recibe el nombre de «Edad Dorada de Nubia». El historiador egipcio Al-Aswani relata que Soba tenía “edificios refinados, grandes monasterios, ricas iglesias con oro y jardines”.

La lengua de comunicación era el nubio, que pertenece a la familia de las lenguas nilo-saharianas. El nubio es la única lengua de la citada familia de la que conservamos textos de la época medieval. Se escribía con el  alfabeto copto. Esta lengua y el griego, se utilizaban también en los documentos oficiales y eclesiales.

Escucha el podcast del texto

Para saber más:

-          ¿En qué año las tropas árabes de Amr ibn al-ʽĀṣ ocuparon Egipto e instauraron un gobierno islámico?

-          Busca información sobre el “baqt”. ¿Qué mercancías se intercambiaban los nubios y los nuevos gobernadores islámicos de Egipto? ¿A qué se comprometían las dos partes?

      -          ¿En qué países se hablan hoy lenguas de la familia nilo-sahariana?

Bibliografía:

Cortés López, J.L., La Historia de África en sus hechos, textos y lugares, Mundo Negro, Madrid 2007.
Vantini, Giovanni, Rediscovering Christian Nubia, Nigrizia, Khartoum 2009.

sábado, 10 de diciembre de 2011

Las pirámides de Méroe y Nuri

Todos hemos visto alguna vez las pirámides de Egipto. Quizás hayáis visto también las pirámides mayas. Pero seguramente no sabíais que existen más pirámides en Sudán que en Egipto.
A partir del reinado de Ergamenes, en el 270 a.C., los reyes de Méroe comenzaron a construir pirámides. A diferencia de las egipcias, podían ser enterrados en ellas nobles con alto poder adquisitivo y, junto a ellos, sus sirvientes. Además, los cuerpos, en lugar de ser momificados antes de su enterramiento, eran incinerados. 
Pirámides de Méroe
Las dimensiones de las pirámides de Méroe son más reducidas que las egipcias y constan de tres partes: la primera es la propia pirámide, construida primero con piedras y más tarde con ladrillos cocidos; otra parte es el templo funerario, a la entrada de la pirámide, que era decorado con relieves; por último, la cámara funeraria, que se encontraba bajo la pirámide.
Las pirámides de Méroe fueron redescubiertas de manera casual para Occidente en el año 1822 por el naturalista francés Frédéric Cailliaud durante un viaje en busca de las fuentes del Nilo. Ocho años después, un “cazatesoros” italiano, Giuseppe Ferlini, “descabezó” decenas de pirámides buscando oro y joyas. Sin embargo, no tuvo mucho éxito, y sólo encontró un ajuar en la pirámide de la reina Amanishakheto.
Templete en Naqa
Pero no sólo encontramos pirámides en Méroe. Si nos desplazamos unos 20 km hacia el norte y cruzamos el Nilo para pasar a la orilla occidental, encontramos la necrópolis real de Nuri. Allí yace un héroe nacional sudanés, Taharqa, hijo del rey de Napata, antigua capital de Kush antes de Méroe. La historia de Taharqa, que gobernó Egipto entre el 690 y el 664 aC, es conocida por todos los niños sudaneses. Este “faraón negro” que detuvo el ataque de las tropas asirias contra Jerusalén, fue enterrado en una tumba de 60 metros de altura, la más alta de Nubia. Sus sucesores también se enterrarían allí. En el cementerio hay 82 tumbas de las cuales 74 son pirámides; de éstas más de veinte son de reyes y unas 50 de reinas. Es significativo el hecho de que el cementerio real estuviese en la orilla occidental, como sucede con todas las pirámides egipcias. Y es que se creía que enterrando los cuerpos al oeste del río de la vida sucedería como con el sol, que también muere por aquel lado, pero luego resurge de nuevo desde oriente cada mañana. Pero cuando la capital se trasladó a Meroe, dejó de usarse la necrópolis de Nuri y los reyes pasaron a enterrarse en la orilla oriental del Nilo, lo que refleja la ruptura entre la cultura meroítica y la faraónica.

Podcast del texto

Para saber más:

-          Busca otros países del mundo donde se han encontrado pirámides y explica el significado que éstas tenían en su respectiva cultura.

-      Lee el siguiente artículo: Pirámides sin cabeza

-          Busca en qué años reinó Amanishakheto y qué tesoro encontró Ferlini.

-          ¿Qué versos de la Biblia atestiguan la campaña militar de Taharqa contra los asirios?

-          Resume en un cómic de dos páginas la vida de Taharqa.


Sigue los pasos del naturalista Frédéric Caillaud en su viaje de 1820 por el Norte de Sudán:



Bibliografía

Dows Dunham. The Royal Cemeteries of Kush II, Nuri, Boston (Mass.): Museum of Fine Arts, 1955.

lunes, 5 de diciembre de 2011

La civilización meroítica.

En Asuán, a 867 kilómetros al sur del Cairo, se situaba la primera de las seis cataratas que alteraban el plácido curso del río Nilo a su paso por la región que con el transcurrir del tiempo pasaría a llamarse Nubia. Sin embargo, en el período faraónico el territorio al sur de Asuán era conocido como Kush, y era la sede de un reino de raíces africanas que rivalizó con el faraónico por el dominio de la región y que se extendía unos 600 kilómetros hacia el sur hasta lo que hoy es Jartum, capital de la República de Sudán. En el siglo VIII a.C. una familia kushita se hizo con el poder en la capital egipcia, Tebas, dando lugar a una dinastía de faraones negros. Esta dinastía dominó el imperio faraónico durante más de cien años (747 a.C. - 656 a.C.). Pero a partir de la ocupación asiria del 661 a.C. los kushitas abandonaron Egipto y volvieron a su lugar de origen en lo que hoy es el norte de Sudán. Allí establecerán un reino que tendrá como capital, en un primero momento, a la ciudad de Napata, y posteriormente a Méroe, más hacia el sur, y consecuentemente, más alejada de la influencia egipcia.

Los meroítas aprovecharon la existencia de minas de hierro en la zona y desarrollaron técnicas de fundición para fabricar armas y herramientas en gran escala a partir de mediados del siglo IV a.C. De hecho, se considera que fueron los que introdujeron estas técnicas en el interior de África.
En el siglo III a.C. este reino comenzó a desarrollar una civilización cada vez más independiente de la faraónica y más caracterizada por el elemento africano. La civilización meroítica desarrolló una nueva escritura que no estaba basada en los jeroglíficos, como la de los antiguos egipcios, y una nueva lengua, la meroítica, que todavía hoy no ha sido descifrada. Es por ello que desconocemos tantas cosas sobre esta refinada cultura. A pesar de esta escasez de datos, sabemos que durante el siglo I a.C. reinaron varias mujeres: Naytal, Amanirenas y Amanishakheto.
En los años sucesivos, el reino de Méroe experimentó un gran florecimiento por su actividad cultural y los intercambios comerciales con Egipto y Arabia. Este esplendor comenzó a desvanecerse en el siglo IV d.C., y hacia el año 350 el rey Ezana de Axum, en la actual Etiopía, invadió el reino y ocupó Méroe, aunque en seguida la abandonó.

Desde el momento en que el último faraón negro de la Dinastía XXV abandona Egipto hasta el fin del reino meroítico transcurren 1.000 años. Pero mientras el lenguaje no desvele su secreto, se tratará de un milenio sin historia. Conflictos y alianzas, guerras y tratados, la organización administrativa, la vida cotidiana de artesanos y labriegos, soldados y mercaderes, permanecen en la sombra.

Podcast del texto

Para saber más:

- ¿Dónde nace y dónde desemboca el río Nilo?

- ¿En qué ciudad se juntan el Nilo Blanco y el Nilo Azul?

- Busca información sobre la relación entre el Imperio Romano y la Civilización Meroítica.

- Busca información sobre el clima y la geografía de Nubia.

- Lee el siguiente artículo "El estado meroitico"
- Ve el siguiente video sobre los faraones negros. ¿Cuál era la primera idea que los científicos tenían sobre Kush?


Bibliografia:
Maurizio Damiano-Appia, GUÍA ARQUEOLÓGICA DE EGIPTO Y NUBIA, Ed. Folio, Barcelona 2005.